Siempre me encantó viajar en tren.
Ese vivir despacio,
pero llegando a todas partes.
Ese viajar tranquilo
disfrutando del paisaje
con las piernas estiradas.
Esos atardeceres.
Esa tranquilidad
que de un segundo a otro
te la pueden arrebatar.
Un mes después
y el corazón sigue encogido.
(D.E.P)
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